Una abuela no llegaba a tocar el timbre de una casa, y un joven le dice: – ¿La ayudo señora? -Si -Listo, ¿y ahora? -Ahora, ¡a correr!
Una abuela no llegaba a tocar el timbre de una casa, y un joven le dice: – ¿La ayudo señora? -Si -Listo, ¿y ahora? -Ahora, ¡a correr!